
A pesar de que continuamente se dice que los repentinos cambios de peso son los principales responsables de su aparición, también cabe mencionar otros factores.
Las estrías son cicatrices que se forman cuando se desgarra la retícula elástica cutánea, es decir, la membrana situada en la dermis, encargada de garantizar la elasticidad de la piel.
Por lo tanto la estría es el resultado del proceso de cicatrización de las retículas de fibra de elastina de la piel. Esta delicada membrana se daña con facilidad cuando la piel sufre algún trauma (roces, distensiones) o se ve obligada a tensarse y restringirse con excesiva velocidad para adecuarse a dimensiones corpóreas a las que no está habituada. Esto ocurre, por ejemplo, durante el crecimiento intensivo que se produce durante la adolescencia o el embarazo. En este último caso la retícula elástica de la piel está expuesta a una tensión excesiva e inmediata.
Las estrías que salen en el pecho se deben por lo general a que la piel de esta zona, que es muy delicada, se ve obligada a ceder no sólo en los momentos en que la glándula mamaria aumenta de volumen y hay un sobrepeso, como ocurre en la adolescencia, el embarazo y la lactancia, sino también al realizar actividades con movimiento. Hay que tener en cuenta que los pechos son más frágiles porque no tienen músculos y están formados por tejido adiposo y glandular que sólo se apoya sobre los pectorales.
Las estrías, esas líneas de color rojizo o blanquecino que aparecen sobre la piel, son un problema muy frecuente, sobre todo entre las mujeres. Existen distintos tipos según las causas que las originen. Conocer estas causas puede ayudar a prevenirlas ya que, una vez que han aparecido, eliminarlas resulta una tarea muy difícil.
Las estrías surgen como consecuencia del estiramiento y retroceso excesivo de la piel que provoca una rotura en los tejidos. Aparecen en las zonas del cuerpo donde la piel es más frágil como el pecho, las nalgas, los muslos y, durante el embarazo, también en el vientre.
Tienen el aspecto de una cicatriz y su color varía dependiendo del estadio de evolución en el que se encuentren. Las más recientes tienen un color rosáceo, que deriva al blanco con el paso del tiempo.
Antes de que aparezcan las estrías es habitual tener una sensación de ardor y dolor. En una primera fase son rojizas y con poco relieve, poco a poco toman un color violeta y se van alargando y ensanchando. En la última fase, la de cicatrización, se hunden y se vuelven de color blanco.
¿Cuándo Aparecen?
La ruptura de los tejidos se debe a dos causas fundamentales; los cambios bruscos de peso y las alteraciones hormonales, por eso es habitual que se formen durante la pubertad, el embarazo y la menopausia.
Al ganar o perder peso repentinamente se reduce el tejido elástico, dérmico y epidérmico. La piel pierde su color natural (llamada melanina) y se refleja a través de las estrías. En personas muy inactivas se puede perder el tejido muscular.
En el caso de las mujeres embarazadas aparecen por un exceso de nutrientes y por la falta de hidratación, sumado al estiramiento de la piel. Las zonas más afectadas son los pechos, el abdomen y los glúteos. La prevención en esta etapa es fundamental, ya que una vez que han aparecido se pueden disimular pero no se consiguen eliminar totalmente.
También son habituales en personas que hacen deporte. Debido al entrenamiento frecuente las piernas y los brazos ganan mucha masa muscular, pero cuando dejan de entrenar esta se pierde y aparecen las estrías. Por eso no es conveniente aumentar mucho la musculatura en poco tiempo ni dejar de entrenar repentinamente. Tampoco es recomendable el consumo de anabólicos.
Los cambios hormonales son otro de los factores que intervienen en la formación de estas antiestéticas huellas, lo que explica que sean mucho más frecuentes en mujeres que en hombres.
También hay otros factores que influyen en la aparición de estrías: la herencia y el estado de la piel. Beber agua ayuda a mantener la piel hidratada y también la alimentación juega un papel decisivo en su prevención.

Distintos Tipos de Estrias
Son distintos los tipos de estrías y también las causas de su aparición:
Estrías de distensión: provocadas por pérdidas de peso bruscas.
Estrías de pubertad: originadas por los cambios corporales y hormonales de esta etapa. Aparecen sobre todo en las nalgas.
Estrías de gravidez: típicas durante el embarazo (a partir del 6º mes). La diabetes, el embarazo precoz, el peso del feto o de la madre antes del embarazo propician su aparición. Suelen localizarse en las zonas donde la piel está sometida a más presión: el vientre, los senos, las caderas, las nalgas y los muslos.
Estrías atróficas: características de los deportista como consecuencia de movimientos forzados e intensos que causan el estiramiento y rotura de las fibras.
Estrías de origen vatrógeno: aparecen después de un tratamiento con corticoides.
Estrías de origen endocrino: relacionadas con enfermedades como el síndrome de Cushing.
¿Existe una Predisposición Genética?
Al contrario de lo que ocurre con otros trastornos de la piel -como la celulitis, por ejemplo- las estrías tienden a hacerse más evidentes en verano, cuando nuestro cuerpo está bronceado por el sol.
Y a pesar de que continuamente se dice que los repentinos cambios de peso son los principales responsables de su aparición, también cabe mencionar otros factores. "Existe una predisposición genética, que provoca una mayor susceptibilidad a factores debilitantes. En la gran mayoría de los casos, las estrías se ven asociadas a cambios hormonales, que pueden ser fisiológicos -como la pubertad y el embarazo-, patológicos -por enfermedades como el Síndrome de Cushing-, o debidos a la administración de corticoides orales y/o tópicos de alta potencia, durante un tiempo prolongado", asegura la especialista.
La distensión excesiva de la piel, producida por el embarazo o el levantamiento de pesas, es otro factor de consideración. Y si bien es habitual observar estrías en la piel de las mujeres, los hombres no están libres de padecerlas. "En el caso de las mujeres se ubican preferentemente en las caderas, cara interna de los muslos, mamas y -después del embarazo- en la zona periumbilical. En los hombres se presentan en la parte baja de la espalda, cara interna de los brazos, muslos y rodillas", afirma la Dra. Sánchez.
¿Se Pueden Prevenir?
Según la dermatóloga, la alimentación es fundamental a la hora de mantener una piel en buenas condiciones, lo que también es válido en el caso de las estrías. Y es que cuando sufrimos una carencia de vitaminas, minerales o aminoácidos se altera la síntesis de proteínas en el organismo, y el colágeno es una de las que se afecta más rápidamente. "Nuestra dieta debe ser variada, privilegiando el aporte de vegetales, legumbres, frutas, productos lácteos y carnes. También es importante que bebamos abundante líquido entre las comidas, de preferencia agua pura".
Durante el embarazo y la adolescencia es muy frecuente la aparición de estrías, pero esto no quiere decir que sean inevitables. "La realización de ejercicio físico en forma regular (y no en tres meses intensivos), la aplicación de lociones humectantes en la piel después de la ducha y el evitar las alzas o bajas bruscas de peso, pueden ayudar enormemente a evitar su formación", asegura la especialista.
Recomendaciones generales:
Mantener una buen tono muscular, que proteja las distensiones de la piel.
Llevar una alimentación equilibrada, conservando un alto contenido proteico.
Usar siempre un buen sostén, que evite el estiramiento de la piel de los pechos.
Evitar las alzas bruscas de peso·
Beber abundante agua.
Humectar la piel diariamente, para conservar su elasticidad
Pero si estos consejos los supimos recién ahora, y lamentablemente ya tenemos estrías, lo único que podemos hacer contra ellas es atenuarlas. Nunca se podrán borrar por completo. "El tratamiento es a base de cremas y lociones, elaboradas con principios activos que estimulan la formación de fibras colágenas nuevas (ácido retinoico, ácido glicólico y vitamina C). También está la alternativa del láser, que permite eliminar la coloración rojiza inicial, volviéndolas más nacaradas", afirma la Dra. Sánchez.
Evite rupturas de su piel usando productos hidratantes y no aumentando de peso súbitamente y con una limentacion sana.
En el 90% de las mujeres embarazadas se presentan estrías, independientemente de su edad. Las zonas más afectadas son el pecho, el vientre, los muslos y las caderas, y en menor medida glúteos, axilas y hombros.
El aumento de la producción de estrógenos dificulta la capacidad de regeneración de tejidos y provoca que las fibras elásticas de la piel se rompan con más facilidad. La falta de hidratación, el exceso de nutrientes y la tensión a la que se ve sometida la piel por el aumento de peso son las principales causas.
Las estrías no desaparecen después del embarazo, por eso es mejor prevenirlas antes de que aparezcan o comenzar a tratarlas en las primeras fases de su formación, cuando todavía son de color rosáceo.
De las estrías pocas mujeres se salvan. De hecho, algunas investigaciones han comprobado que más del 50% de las embarazadas las padece. Pero no es exclusividad de nada más que el llamado “sexo débil”, también los niños que se vuelven obesos rápidamente encuentran esas cicatrices en su piel y lo mismo suele pasar con los hombres.
Las estrías son uno de los defectos de la piel que más preocupa a la población porque no tienen cura, de ahí la importancia de tomar las medidas necesarias para evitarlas.
“Las cremas y pomadas sólo son soluciones parciales, pues nunca llegan a borrarlas”, dicen expertos y doctores. “Sólo la cirugía plástica u otros tratamientos un poco menos invasivos, como la microdermabración o los rayos láser consiguen resultados más visibles”.
Comúnmente, las estrías son generadas por embarazos y ése es el ejemplo ideal para explicar las causas de su aparición. El estiramiento de la piel del abdomen produce, en muchos casos, la ruptura de sus tejidos.
Ese delicado órgano está formado por fibras en forma de malla y cuenta con otras sustancias que la fortalecen, como la elastina, que produce la elasticidad de la piel y el colágeno que le brinda firmeza.
Si el estiramiento es muy brusco y rápido o si hay deficiencia de esas sustancias se corre el riesgo de que la piel sufra rupturas internas y externas.
Además de la obesidad o los embarazos existen otros factores como los genéticos, algunas enfermedades o cambios hormonales. Sin duda, se registran más casos en embarazadas, adolescentes y en mujeres que han llegado a la menopausia.
Las estrías son cicatrices que se forman cuando se desgarra la retícula elástica cutánea, es decir, la membrana situada en la dermis, encargada de garantizar la elasticidad de la piel.
Por lo tanto la estría es el resultado del proceso de cicatrización de las retículas de fibra de elastina de la piel. Esta delicada membrana se daña con facilidad cuando la piel sufre algún trauma (roces, distensiones) o se ve obligada a tensarse y restringirse con excesiva velocidad para adecuarse a dimensiones corpóreas a las que no está habituada. Esto ocurre, por ejemplo, durante el crecimiento intensivo que se produce durante la adolescencia o el embarazo. En este último caso la retícula elástica de la piel está expuesta a una tensión excesiva e inmediata.
Las estrías que salen en el pecho se deben por lo general a que la piel de esta zona, que es muy delicada, se ve obligada a ceder no sólo en los momentos en que la glándula mamaria aumenta de volumen y hay un sobrepeso, como ocurre en la adolescencia, el embarazo y la lactancia, sino también al realizar actividades con movimiento. Hay que tener en cuenta que los pechos son más frágiles porque no tienen músculos y están formados por tejido adiposo y glandular que sólo se apoya sobre los pectorales.
Las estrías, esas líneas de color rojizo o blanquecino que aparecen sobre la piel, son un problema muy frecuente, sobre todo entre las mujeres. Existen distintos tipos según las causas que las originen. Conocer estas causas puede ayudar a prevenirlas ya que, una vez que han aparecido, eliminarlas resulta una tarea muy difícil.
Las estrías surgen como consecuencia del estiramiento y retroceso excesivo de la piel que provoca una rotura en los tejidos. Aparecen en las zonas del cuerpo donde la piel es más frágil como el pecho, las nalgas, los muslos y, durante el embarazo, también en el vientre.
Tienen el aspecto de una cicatriz y su color varía dependiendo del estadio de evolución en el que se encuentren. Las más recientes tienen un color rosáceo, que deriva al blanco con el paso del tiempo.
Antes de que aparezcan las estrías es habitual tener una sensación de ardor y dolor. En una primera fase son rojizas y con poco relieve, poco a poco toman un color violeta y se van alargando y ensanchando. En la última fase, la de cicatrización, se hunden y se vuelven de color blanco.
¿Cuándo Aparecen?

La ruptura de los tejidos se debe a dos causas fundamentales; los cambios bruscos de peso y las alteraciones hormonales, por eso es habitual que se formen durante la pubertad, el embarazo y la menopausia.
Al ganar o perder peso repentinamente se reduce el tejido elástico, dérmico y epidérmico. La piel pierde su color natural (llamada melanina) y se refleja a través de las estrías. En personas muy inactivas se puede perder el tejido muscular.
En el caso de las mujeres embarazadas aparecen por un exceso de nutrientes y por la falta de hidratación, sumado al estiramiento de la piel. Las zonas más afectadas son los pechos, el abdomen y los glúteos. La prevención en esta etapa es fundamental, ya que una vez que han aparecido se pueden disimular pero no se consiguen eliminar totalmente.
También son habituales en personas que hacen deporte. Debido al entrenamiento frecuente las piernas y los brazos ganan mucha masa muscular, pero cuando dejan de entrenar esta se pierde y aparecen las estrías. Por eso no es conveniente aumentar mucho la musculatura en poco tiempo ni dejar de entrenar repentinamente. Tampoco es recomendable el consumo de anabólicos.
Los cambios hormonales son otro de los factores que intervienen en la formación de estas antiestéticas huellas, lo que explica que sean mucho más frecuentes en mujeres que en hombres.
También hay otros factores que influyen en la aparición de estrías: la herencia y el estado de la piel. Beber agua ayuda a mantener la piel hidratada y también la alimentación juega un papel decisivo en su prevención.

Distintos Tipos de Estrias
Son distintos los tipos de estrías y también las causas de su aparición:
Estrías de distensión: provocadas por pérdidas de peso bruscas.
Estrías de pubertad: originadas por los cambios corporales y hormonales de esta etapa. Aparecen sobre todo en las nalgas.
Estrías de gravidez: típicas durante el embarazo (a partir del 6º mes). La diabetes, el embarazo precoz, el peso del feto o de la madre antes del embarazo propician su aparición. Suelen localizarse en las zonas donde la piel está sometida a más presión: el vientre, los senos, las caderas, las nalgas y los muslos.
Estrías atróficas: características de los deportista como consecuencia de movimientos forzados e intensos que causan el estiramiento y rotura de las fibras.
Estrías de origen vatrógeno: aparecen después de un tratamiento con corticoides.
Estrías de origen endocrino: relacionadas con enfermedades como el síndrome de Cushing.
¿Existe una Predisposición Genética?
Al contrario de lo que ocurre con otros trastornos de la piel -como la celulitis, por ejemplo- las estrías tienden a hacerse más evidentes en verano, cuando nuestro cuerpo está bronceado por el sol.
Y a pesar de que continuamente se dice que los repentinos cambios de peso son los principales responsables de su aparición, también cabe mencionar otros factores. "Existe una predisposición genética, que provoca una mayor susceptibilidad a factores debilitantes. En la gran mayoría de los casos, las estrías se ven asociadas a cambios hormonales, que pueden ser fisiológicos -como la pubertad y el embarazo-, patológicos -por enfermedades como el Síndrome de Cushing-, o debidos a la administración de corticoides orales y/o tópicos de alta potencia, durante un tiempo prolongado", asegura la especialista.
La distensión excesiva de la piel, producida por el embarazo o el levantamiento de pesas, es otro factor de consideración. Y si bien es habitual observar estrías en la piel de las mujeres, los hombres no están libres de padecerlas. "En el caso de las mujeres se ubican preferentemente en las caderas, cara interna de los muslos, mamas y -después del embarazo- en la zona periumbilical. En los hombres se presentan en la parte baja de la espalda, cara interna de los brazos, muslos y rodillas", afirma la Dra. Sánchez.
¿Se Pueden Prevenir?
Según la dermatóloga, la alimentación es fundamental a la hora de mantener una piel en buenas condiciones, lo que también es válido en el caso de las estrías. Y es que cuando sufrimos una carencia de vitaminas, minerales o aminoácidos se altera la síntesis de proteínas en el organismo, y el colágeno es una de las que se afecta más rápidamente. "Nuestra dieta debe ser variada, privilegiando el aporte de vegetales, legumbres, frutas, productos lácteos y carnes. También es importante que bebamos abundante líquido entre las comidas, de preferencia agua pura".
Durante el embarazo y la adolescencia es muy frecuente la aparición de estrías, pero esto no quiere decir que sean inevitables. "La realización de ejercicio físico en forma regular (y no en tres meses intensivos), la aplicación de lociones humectantes en la piel después de la ducha y el evitar las alzas o bajas bruscas de peso, pueden ayudar enormemente a evitar su formación", asegura la especialista.
Recomendaciones generales:
Mantener una buen tono muscular, que proteja las distensiones de la piel.
Llevar una alimentación equilibrada, conservando un alto contenido proteico.
Usar siempre un buen sostén, que evite el estiramiento de la piel de los pechos.
Evitar las alzas bruscas de peso·
Beber abundante agua.
Humectar la piel diariamente, para conservar su elasticidad
Pero si estos consejos los supimos recién ahora, y lamentablemente ya tenemos estrías, lo único que podemos hacer contra ellas es atenuarlas. Nunca se podrán borrar por completo. "El tratamiento es a base de cremas y lociones, elaboradas con principios activos que estimulan la formación de fibras colágenas nuevas (ácido retinoico, ácido glicólico y vitamina C). También está la alternativa del láser, que permite eliminar la coloración rojiza inicial, volviéndolas más nacaradas", afirma la Dra. Sánchez.
Evite rupturas de su piel usando productos hidratantes y no aumentando de peso súbitamente y con una limentacion sana.
En el 90% de las mujeres embarazadas se presentan estrías, independientemente de su edad. Las zonas más afectadas son el pecho, el vientre, los muslos y las caderas, y en menor medida glúteos, axilas y hombros.
El aumento de la producción de estrógenos dificulta la capacidad de regeneración de tejidos y provoca que las fibras elásticas de la piel se rompan con más facilidad. La falta de hidratación, el exceso de nutrientes y la tensión a la que se ve sometida la piel por el aumento de peso son las principales causas.
Las estrías no desaparecen después del embarazo, por eso es mejor prevenirlas antes de que aparezcan o comenzar a tratarlas en las primeras fases de su formación, cuando todavía son de color rosáceo.
De las estrías pocas mujeres se salvan. De hecho, algunas investigaciones han comprobado que más del 50% de las embarazadas las padece. Pero no es exclusividad de nada más que el llamado “sexo débil”, también los niños que se vuelven obesos rápidamente encuentran esas cicatrices en su piel y lo mismo suele pasar con los hombres.
Las estrías son uno de los defectos de la piel que más preocupa a la población porque no tienen cura, de ahí la importancia de tomar las medidas necesarias para evitarlas.
“Las cremas y pomadas sólo son soluciones parciales, pues nunca llegan a borrarlas”, dicen expertos y doctores. “Sólo la cirugía plástica u otros tratamientos un poco menos invasivos, como la microdermabración o los rayos láser consiguen resultados más visibles”.
Comúnmente, las estrías son generadas por embarazos y ése es el ejemplo ideal para explicar las causas de su aparición. El estiramiento de la piel del abdomen produce, en muchos casos, la ruptura de sus tejidos.
Ese delicado órgano está formado por fibras en forma de malla y cuenta con otras sustancias que la fortalecen, como la elastina, que produce la elasticidad de la piel y el colágeno que le brinda firmeza.
Si el estiramiento es muy brusco y rápido o si hay deficiencia de esas sustancias se corre el riesgo de que la piel sufra rupturas internas y externas.
Además de la obesidad o los embarazos existen otros factores como los genéticos, algunas enfermedades o cambios hormonales. Sin duda, se registran más casos en embarazadas, adolescentes y en mujeres que han llegado a la menopausia.
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